¿Qué es debatir?

Debatir implica, entre otras cosas, participar en un proceso dialógico de análisis y reflexión. Intercambiar ideas, argumentar posturas, responder críticas y reformular perspectivas forma parte de este proceso. El debate no se propone resolver la divergencia sino hacerla explicita y enriquecerla como forma de favorecer la comprensión de temas complejos y multidimensionales. En el desarrollo de un debate se ponen en juego tres estrategias importantes para el análisis e intercambio de ideas:

· Escuchar: escuchar en el marco de un debate implica prestar atención a los argumentos expuestos en la fundamentación de una postura. En este sentido, escuchar requiere involucrarse con la mirada del otro respecto de un tema y establecer vínculos con las propias opiniones. En muchas ocasiones no escuchamos cuando decimos que lo hacemos: nos cuesta salir de nuestro propio punto de vista para comprender los motivos y razones del otro, aún cuando sigamos sosteniendo el desacuerdo. La escucha respetuosa, atenta, crítica y reflexiva se constituye en una condición fundamental para el desarrollo de genuinos debates en el aula. Escuchar de este modo no siempre resulta sencillo.

· Argumentar: participar en un debate implica poner en juego más que la expresión de la opinión personal. Participar en un debate requiere poder sostener una opinión a través de argumentos y en relación con posiciones contrapuestas. La argumentación requiere la identificación de razones, evidencias y fundamentos. Argumentar implica el desarrollo de opiniones informadas y sensibles a la multiplicidad de perspectivas respecto de un tema. En general, participamos de conversaciones informales con amigos en las cuales expresamos nuestras opiniones o preferencias en términos de gustos personales. Este tipo de opiniones resulta apropiado en el marco de intercambios cotidianos e informales. En el marco de un debate debemos dar un paso más y fundamentar nuestras opiniones teniendo en cuenta la información disponible y la manera en la que interpretamos esa información. Así como en el caso de la capacidad de escucha, la argumentación respetuosa, crítica y rigurosa se constituye en una condición fundamental para el desarrollo de debates ricos e interesantes.

· Moderar:: en suma, para que el debate resulte una instancia genuina de reflexión y análisis crítico resulta importante que los participantes puedan escucharse unos a otros, ofrecer opiniones fundadas y comprometidas, y avanzar en el entendimiento de la multiplicidad de perspectivas en juego. Estas condiciones no siempre se dan espontáneamente en el intercambio de ideas. Moderar un debate supone tener en mente estas condiciones e intervenir oportunamente para alcanzarlas. Hacer preguntas, establecer normas de participación, manejar los tiempos de exposición de cada alumno, estimular la intervención de todos los participantes, recapitular posturas introducidas, favorecer la argumentación, son algunas de las estrategias propias del moderador. Para poner en juego estas estrategias, es necesario escuchar atentamente cada intervención así como prestar atención a la dinámica global de la actividad.